Ahora que nos encontramos cada día más cerca de la época más fría de año, son muchos los usuarios en los que aumenta la preocupación por el precio que van a tener que pagar este invierno para acondicionar sus hogares contra el frío.
En los últimos años, además, la amplia mayoría de los usuarios ha visto como para hacerle frente al frío en su vivienda, ha tenido que pagar un importe mayor debido al aumento del precio de los carburantes. Debido a este motivo, en esta entrada hablaremos acerca de las distintas alternativas que se pueden seleccionar para contratar el suministro de gas y conseguir ahorrar en las facturas sin renunciar al confort de la calefacción.
¿Qué alternativas podemos encontrar en el mercado de gas?
A la hora de contratar el suministro de gas natural, este se puede contratar dentro de dos grandes mercados diferenciados, el mercado libre, donde trabajan una gran cantidad de empresas ofreciendo el suministro ofreciendo sus propias condiciones, y el mercado regulado, donde operan muy pocas empresas y bajo las condiciones que fija el gobierno para los contratos.
A continuación, se explicarán las principales diferencias que se pueden encontrar a la hora de dar de alta el suministro de gas.
Mercado libre de gas, ¿qué se debe saber de él?
En el mercado libre de gas, trabajan un gran número de compañías, ofreciendo sus servicios a los posibles clientes bajo las condiciones que deciden las propias empresas, con el fin de ofrecer la alternativa más atractiva para los consumidores y así conseguir un mayor número de clientes.
Contratar el mercado libre resulta interesante para aquellos usuarios que, cuando se encuentran ante la necesidad de activar el suministro en sus hogares, observan que los precios del mercado regulado se encuentran en un momento alcista, de manera que el mercado regulado presente un precio superior a las alternativas del mercado libre.
Mercado regulado de gas, ¿qué se debe saber de él?
La principal característica del mercado regulado de gas es que únicamente es posible contratar una tarifa, conocida como tarifa de último recurso o TUR de gas, por lo que todos los usuarios de este mercado contarán con las mismas condiciones contractuales, que son fijadas por el gobierno.
Para establecer el precio al que se comercializa el gas, se programan subastas de este elemento y en función de la oferta y la demanda que presenten, se establece el precio que se pagará por él.
Los precios de este elemento se actualizan por periodos de tres meses, puesto que se considera un plazo suficiente en el que los precios de la energía tengan la capacidad de variar.
Dentro de este mercado, operan únicamente un grupo muy reducido de empresas, pues son solamente cuatro las compañías que ofrecen sus servicios en el mercado regulado de gas, por las ocho con las que cuenta el mercado regulado de luz.
Las peculiaridades más importantes de la tarifa regulada de gas, destacan principalmente:
- Es una tarifa igual para todos los usuarios del mercado.
- No pueden exigir ningún tipo de permanencia a los usuarios.
- Únicamente podrá ser ofrecida por las comercializadoras de referencia.
- Establecidas para un consumo máximo de 50000 kWh anuales de consumo de este elemento.
- Se puede ser beneficiario del bono social térmico, al igual que en el mercado libre de gas.
¿Qué es el bono social térmico?
El bono social de gas o bono social térmico es una ayuda creada por el gobierno en el año 2018 que se creó con el fin de ayudar a compensar los gastos de agua caliente, calefacción y cocina de aquellos consumidores más vulnerables, independientemente del combustible empleado para tales fines, por lo que no solo engloba al gas natural.
Esta ayuda la regula el Ministerio de Transición Ecológica y supone un complemento al bono social de luz.
Para poder ser beneficiario de esta ayuda del bono social térmico se necesitan cumplir una serie de requisitos, siendo estos:
- Tener el contrato de suministro eléctrico regulado según las condiciones de la PVPC, es decir, contar con el contrato dentro del mercado regulado, independientemente del mercado en el que se encuentre el contrato de gas.
- Cumplir las condiciones y, por tanto, ser beneficiario del bono social de luz.
Una vez se es beneficiario del bono social de luz, se concede de manera automática el bono social térmico y de esta manera, la cuantía que recibirán los consumidores por el bono social térmico dependerá de:
- La cuantía del bono social eléctrico.
- La ubicación geográfica de la propia vivienda, pues en las zonas más frías del país las ayudas son mayores.
- La cuantía destinada a estas partidas en los Presupuestos Generales del Estado.