Cambios de hipoteca variable a fija: ventajas e inconvenientes
Estamos en un contexto económico muy convulso, que fluctúa de forma rápida. En ese escenario, conocer lo que implican los cambios de hipoteca variable a fija es algo importante, ya que afectan a muchísimas personas.
Si estás escuchando hablar de Euríbor y te preocupa que suba el precio de tu hipoteca, no desesperes. En Itályca Inmobiliaria te ofrecemos algunas claves para que sepas cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada una de las opciones.
Cambios de hipoteca variable a fija: ¿qué implican?
Cuando hablamos de los cambios de hipoteca variable a fija, lo primero es saber qué tipo de hipoteca hemos firmado.
Si todavía no has dado ese paso, no te preocupes: te indicarán toda la información financiera en la notaría antes de firmar la tuya. Pero si ya lo has hado, hemos de revisar bien las condiciones. Porque ahí se va a establecer con claridad lo que supone el cambio.
Pasar de tipo fijo a variable
Dados los cambios recientes en la legislación y, sobre todo, la escala de precios de las hipotecas, muchas personas valoran pasarse de tipo fijo a variable.
¿Y qué sentido tiene eso, si ya pagaba una cuota fija? Pues que las entidades financieras pueden hacerte una oferta mejor por el cambio. O tal vez necesitas refinanciar tu deuda, o negociar por alguna circunstancia.
En general, pasar de tipo fijo a variable no suele ser lo más recomendable, sobre todo si la inflación escala como lo hace ahora. No obstante, lo que va a suponer es que dependas de la evolución del Euríbor y de las condiciones que firmes. Así que escucha con atención cuando te las expliquen antes de la firma.
Lo más habitual: querer pasar de tipo variable a tipo fijo
Por el contrario, la subida de costes hace que muchas personas quieran pasar de hipoteca variable a fija.
Esto suele tener asociadas ciertas cuestiones, como es pagar una penalización que se establezca por contrato, o asumir una cuota fija más elevada. Todo es cuestión de negociar con tu banco.
Ventajas e inconvenientes de cada modalidad
Está claro que no hay hipotecas buenas ni malas por ser a tipo fijo o variable. Aunque está muy extendido que a tipo fijo siempre es mejor, la realidad es que depende muchísimo de tus circunstancias personales.
Por eso, es más recomendable que valores las ventajas e inconvenientes de cada modalidad. Y, con esa información, decidas qué es lo que más te conviene.
Ventajas de tipo fijo
- Pagarás una cuota que siempre será la misma.
- Si hay inflación, será bueno para ti.
- No tienes que preocuparte del mercado.
Desventajas de tipo fijo:
- Podrías tener ofertas menos competitivas de los bancos.
- Si se produce una deflación, no te beneficia.
- No podrás aprovecharte de los cambios de tipos del mercado.
Ventajas de tipo variable:
- Las cuotas suelen ser mucho más competitivas.
- Podrás negociar a menudo con otras entidades para mejorar más.
- Suelen tener períodos de carencia iniciales más largos y límites de precio.
Desventajas de tipo variable:
- El precio final depende de factores externos (Euríbor).
- Podría juntarse una subida de tipos con una situación laboral difícil.
- Asumes un riesgo mayor que a tipo fijo.
Como ves, los cambios de hipoteca variable a fija (y al revés) son algo que depende mucho de tus circunstancias personales. Lo más importante es que cuentes con información de calidad, y te asesore gente de confianza. Si vas a comprar o vender en Sevilla, nuestra inmobiliaria te aportará la tranquilidad que necesitas. ¿Hablamos?